Texto: Rosa Marqués @rocamarca | Fotografía: Antonio Obrero @aobreroes | Foto de portada: Las puertas de los lagares más auténticos y las bodegas centenarias se abren para que entres a sus patios y de paso, visites sus instalaciones y te bebas unos vinos. En la foto, la actriz montillana Miriam Urbano en el Lagar Cañada Navarro, en la Sierra de Montilla, a las faldas del mítico Cerro Macho.
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Hasta el 23 de mayo se celebra Patios de Bodega, un festival sensorial que tiene lugar cada primavera. Macetas con flores, jardines silvestres, aperos del campo y utensilios de bodega se mezclan con las animadas conversaciones con los productores, mientras las copas de vino vienen y van y las viñas lucen en un verde intenso. Te contamos qué ofrece cada uno de estos patios de lagares y bodegas.
Cierra los ojos. Res-pi-ra. Imagina la frangancia de un patio cordobés. Y, ahora, en un minuto inyecta en esos perfumes el envolvente aroma a bodega, a vinos, a madera, a campo, a albero… El olfato será uno de los primeros sentidos que te dirá que has llegado a uno de los sensoriales Patios de Bodega, siete patios de bodegas y lagares de Montilla que ofrecen hasta el 23 de mayo experiencias diferentes, rincones sugerentes y varios vinos.
A solo 20 minutos de Córdoba, este festival fue concebido para expandir –aún más– los sentidos del viajero erudito, aquel que quiere adentrarse en una Cultura del Vino ancestral, conectada con el campo y con la gastronomía. Un estilo de vida que echa sus raíces en Montilla y en su sierra y que celebra una de sus más bellas postales ahora en Primavera. Los lagares y las bodegas están preciosos.
Los Patios de los Lagares ofrecen una experiencia muy diferente a los de las Bodegas. Este, del Lagar de Los Raigones, está lleno de rincones encantadores y de detalles.
El gusto es otro de los sentidos que se celebra en estos patios. Bajo los rayos del sol y los trinos de pájaros, te ofrecerán diferentes vinos: de tinaja (vinos nuevos del año), los delicados finos, los complejos y poéticos amontillados, los redondos olorosos, los envolventes dulces Pedro Ximénez… sin olvidar otros vinos espumosos, vermuts y nuevos y sorprendentes proyectos de productores que están dando a la región una nueva savia. Todo depende del patio que elijas.
Cada uno ofrece experiencias muy diversas, diferentes vinos, e historias que te meten de lleno en lo que fue y lo que es la vida en un lagar o en una bodega contada por sus protagonistas, con la explosión de la primavera cordobesa como telón de fondo y vino, siempre vino. Por eso, nuestra recomendación es que ¡los visites todos! porque cada uno tiene una personalidad única. Y si no, que elijas bien cuál es el tuyo. Te damos algunas pistas.
Santiago Jiménez, uno de los propietarios del Lagar Cañada Navarro, te introduce en la historia del lagar y en las virtudes de los vinos de la Sierra de Montilla.
1. EL PATIO DEL LAGAR CAÑADA NAVARRO
Este patio enamora de golpe. En el interior de este lagar blanco en medio de un mar de viñas, su antiguo limonero lunero, siempre cargado de limones, el pozo, las flores y las piezas de la llamada “arqueología industrial” revelan cientos de historias de cómo se vivía y se vive en la Sierra de Montilla. La prensa hidráulica que lo preside la trajo Don Diego de Alvear (el fundador de las centenarias Bodegas Alvear) de Inglaterra, allá por el siglo XVIII, y era la que se usaba para prensar el algodón, aunque aquí se adaptó para darle el segundo «apretón» a la uva, según cuenta Santiago Jiménez, alma mater del lagar.
Sentado en las antiguas sillas de enea de la entrada, junto al arco de medio punto y el porrón de la entrada, la brisa de la Sierra vale su peso en oro. También es el lagar favorito de las golondrinas y los mirlos que revolotean todo el tiempo entrando en él para anidar. Las vistas son una auténtica maravilla.
En el “bar” del Lagar de Cañada Navarro se catan 3 vinos del nuevo proyecto de Los Insensatos de la Antehojuela.
DÓNDE ESTAMOS: Estamos en en las faldas del Cerro Macho, en el punto más alto de la Sierra de Montilla, subzona de calidad superior de Montilla-Moriles. Un lugar alejado del mundanal ruido donde los niños pueden correr y saltar a sus anchas. Se llega hasta aquí por la Vereda del Cerro Macho, una de las tres carreteras que cruzan la Sierra de Montilla. Podrás visitar también la bodega de tinajas y beber vino en su pequeño bar, con vistas al campo.
QUÉ 3 VINOS SE CATAN: Los winelovers estarán aquí de enhorabuena. Se prueban 3 de los 6 vinos blancos de tinaja (de este año), procedentes de seis parcelas distintas y que forman parte del nuevo proyecto, Los Insensatos de la Antehojuela: Los Injertos, El Lechinar, El Pretil, Los Llanos, Los Turistas y Tinaja Mix. Si vienes dos veces seguidas, probarás ¡vinos distintos!
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*Para visitas guiadas, abre los sábados a las 11 h y los domingos a las 12 h.
Desde el Patio de Los Sueños con vistas a la Sierra de Montilla no imaginas todo lo que te espera en el interior del Lagar rock de Cabriñana.
2. PATIO DEL LAGAR CABRIÑANA
Para los amantes del rock y del buen vino les sorprenderá saber que por estos patios han pasado Rosendo, Obús, Manuel Imán, Gualberto de los Smash, Rafael Amador o Kiko Veneno… entre otros muchos. La lista de amigos de Cabriñana es interminable e interminables son sus firmas sobre las viejas botas de roble americano de su espectacular Sacristía. Desde afuera nadie puede imaginar que esta Bodega Rockera guarda tantas sorpresas. Entre ellas sus patios o su sala de conciertos, lista para improvisadas Jam Sessions.
A medida que accedes entre botas de vino oloroso, se llega al Patio de Labor, donde la maquinaria antigua se mezcla con pequeñas tinajas y cántaros de barro en las que el abuelo hacía el primer vino. Después el Patio de Los Sueños, con su barra de madera y vistas a la Sierra, el lugar donde se gestó uno de los eventos más esperados de la Sierra de Montilla: el Mosto Rock, que se celebra desde 1992, cuando, tras la vendimia, se obtiene el primer mosto del año. ¡Larga vida al rock y al vino!
En la Bodega Rockera hay rincones también emblemáticos como esta Sacristía, con la foto del abuelo, el origen de una historia familiar pegada al vino.
DÓNDE ESTAMOS: Seguimos en las faldas del Cerro Macho, en la Vereda del mismo nombre, en la Sierra de Montilla. Este es el lagar ideal para los amantes de la música. La sala de conciertos esconde sorpresas como una colección de vinilos antiguos para pinchar todo tipo de música (de la buena). Absténganse reggetoneros y otros ritmos similares. Este lagar es un sueño para una tarde entre amigos, que ofrece la posibilidad de música en directo (¡todo está listo!).
QUÉ 3 VINOS SE CATAN: De su gama de vinos rockeros, se prueban vino de tinaja (vino del año), fino y dulce Pedro Ximénez. Aunque están abiertos a la posibilidad de hacer algún cambio, si por ejemplo, prefieres un amontillado (a amabilidad y predisposición nadie les gana).
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*Para visitas guiadas abre los sábados y domingos a las 13.00 h.
El coqueto patio del Lagar de Los Raigones invita a disfrutar del colorido, la alegría del sol y de sus vinos.
3. PATIO DEL LAGAR LOS RAIGONES
La historia detrás de este histórico lagar y almazara –desde el 1757– ha sido recientemente novelada. Encontrarás el libro, Más de cien vendimias, en su tienda de productos gourmet, junto a su patio. En él, Ángela Jiménez, la autora, habla de esta zona de la Sierra de Montilla como zona histórica de pequeños elaboradores de vinos, minifundios, que pertenecían a familias que cuidaban de unas pocas tinajas para vivir del vino.
Este antiguo lagar es uno de los supervivientes. Destila autenticidad y sabor antiguo desde la entrada, una portada icónica de la Sierra de Montilla. En la bodega de tinajas podrás apreciar el velo de flor y Ángela, que es también la copropietaria, “pinchará una tinaja” para que pruebes el vino directamente de la tinaja. Y aunque la visita de los Patios de Bodega no incluye la visita a la almazara, sí que degustarás también sus aceites, tanto el pajarera como los clásicos de hojiblanca y picual.
La bodega de tinajas es otro de los lugares mágicos del Lagar de Los Raigones. Ángela Jiménez, copropietaria del lagar y autora de “Más de cien vendimias”, te contará todos los detalles.
DÓNDE ESTAMOS: Seguimos en la Sierra de Montilla, en la Vereda del Llano del Espinar. Para llegar hasta aquí desde la localidad hay que recorrer carreteras serpenteantes entre mares de viñas y olivos. Un trayecto muy recomendable para aspirar los aromas del campo.
QUÉ 3 VINOS SE CATAN: Se prueban tres grandes clásicos, vino de tinaja, un fino y un amontillado, aunque no tienen problema en intercambiar uno de estos por su delicioso vermut (otro clásico de la zona).
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*Para visitas de patios guiadas abre los sábados a las 11 h y domingos a las 12 h.
Un rincón del patio floreado del Lagar de La Primilla, que invita a catar los vinos de sus tinajas (entre otros).
4. PATIO DEL LAGAR LA PRIMILLA
Los patios de este lagar son un verdadero canto al mayo cordobés: mantones de Manila, cruces de mayo, limonero, pozo, aljibe, mesas de madera hechas con un trillo, y decenas de gitanillas y geranios de todos los colores posibles. La maquinaria antigua también ofrece un recorrido sentimental por las formas de vida de los jornaleros: una prensadora para romper la uva, una despalilladora, una caldera donde se hacía la reducción del mosto para convertirlo en arrope (sirope de zumo de uva)…
En su bodega de tinajas, una de las más bellas de la Sierra de Montilla, Charo Jiménez te hará venenciar para probar sus vinos del año, vinos en rama que son una auténtica delicia. Pero además, también visitarás su bodega de botas y las viñas cercanas, escuchando decenas de historias del abuelo, el fundador, que te sacarán sonrisas y lágrimas –Charo es una experta contadora de historias, tiene cientos de recuerdos y en este lagar siempre sobrevuela una energía positiva que se contagia nada más traspasar la puerta–.
Charo Jiménez, copropietaria del lagar, venencia los vinos en rama, que extrae directamente de la tinaja.
DÓNDE ESTAMOS: Estamos en la Sierra de Montilla, en la Vereda del Llano del Espinar, justo enfrente del Lagar de Los Raigones. Desde el mirador de La Primilla puede verse la puesta de sol sobre el Cerro Macho.
QUÉ 3 VINOS SE CATAN: Un vino de tinaja, que venenciarás tú mismo; el Fino El Laurel y un amontillado. También podrás intercambiar, si lo deseas, alguno de estos vinos por su divertido frizzante Eterna Sonrisa.
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*Para visitas de patios guiadas abre los sábados a las 12 h y domingos a las 11 h.
En el viñedo ecológico de Bodegas Robles, lleno de florecitas e insectos, las viñas también son las protagonistas.
5. PATIO DE LA BODEGA ROBLES
Este patio se caracteriza por realizar la cata de la visita en el espacio natural que es el viñedo, salpicado de flores de colores e insectos que habitan en la cubierta ecológica vegetal de las viñas. No faltan por supuesto la Cruz de Mayo y las macetas, la maquinaria antigua y el trino de los pájaros.
Francisco Robles, alma mater de la bodega, te explicará el proceso del cultivo de la vid y su concepto ecológico, mientras te envuelven los aromas a árboles frutales como albarillos y nísperos. Y de aquí se pasa a la bodega de botas, de profundos aromas, donde te contará el proceso de los vinos generosos. La cata y tertulia con los viajeros, al final de la visita, está acompañada de animalillos e insectos. En este mismo lugar dará comienzo, en los próximos días, el Ciclo Arte Reunido, con conciertos, cine y literatura maridada con vinos ecológicos y vermuts. ¡No te lo pierdas!
En Bodegas Robles también se visita la bodega de botas rodeados de unos aromas maravillosos a madera y vino.
DÓNDE ESTAMOS: Esta es la única bodega que se encuentra en otra dirección, en la carretera de Córdoba a Málaga, en el kilómetro 47, a menos de 5 minutos de Montilla. La entrada está justo a unos metros después de pasar la Tonelería Pino.
QUÉ 3 VINOS SE CATAN: La bodega aprovecha para ofrecer vinos de su línea más innovadora como son el vino espumoso ecológico Robles Nature, el vermut receta andalusí, cuya fórmula se elaboró de manera conjunta con el reconocido chef cordobés Paco Morales y un fino.
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*Para visitas de patios guiadas abre los sábados y domingos a las 12.00 h.
En el Patio de La Marquesina de las Bodegas Pérez Barquero encontrarás preciosos detalles mientras catas 5 grandes vinos.
6. PATIO DE LAS BODEGAS PÉREZ BARQUERO
En el icónico patio de estas bodegas centenarias, “la Marquesina”, las enredaderas suben por las botas de vino. Unas enredaderas que terminarán cubriendo el suelo cuando llegue septiembre y la Fiesta de la Vendimia –aquí mismo tiene lugar la tradicional Misa Flamenca–. La bodega cuenta con decenas de patios, como el de las Melias, llamado así por unos árboles de sombra que en este tiempo cubren el suelo de flores lilas.
El punto de partida de la visita es en el Patio de la Marquesina, rodeados de mesas y sillas sevillanas, geranios de colores, antiguos alambiques y prensas, además de otra maquinaria antigua como una envasadora manual –en la actualidad la bodega embasa 8.000 botellas a la hora–. También están engalanadas las típicas canoas para rociar el vino en las botas o las jarras de bodega. Durante la visita se explica la historia de esta bodega, se pasa después por la bodega de tinajas, o la bodega de botas Los Amigos, la de Brandies, e incluso, la bodega de vinagres… mientras se van desgranando conceptos como la crianza biológica y la crianza oxidativa.
Entre cachones de botas, con esa luz especial en el interior de la Bodega Los Amigos, es imposible no sentirse un privilegiado.
DÓNDE ESTAMOS: La bodega más grande en extensión de Montilla-Moriles, y cuyas soleras fundacionales se remontan a 1905, se encuentra en el casco urbano de Montilla.
QUÉ 3 VINOS SE CATAN: Ojo, aquí no se catan 3 sino ¡5 vinos!: un Viña Verde que es un clásico vino joven, y cuatro más de la gama alta de la bodega, Gran Barquero Fino, Amontillado, Oloroso y dulce Pedro Ximénez.
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*Para visitas de patios guiadas abre los sábados y domingos a las 11.00 h.
Visitar una de las bodegas más antiguas del mundo, con la primavera como telón de fondo, es un disfrute para los cinco sentidos.
7. PATIO DE LAS BODEGAS ALVEAR
Sabrás que estás en el patio de las Bodegas Alvear, una de las bodegas más antiguas del mundo, (1729) cuando te envuelva el aroma a jazmín y el blanco de su arquitectura andaluza te invite a sumergirte en la historia de los Alvear y en la profundidad de sus soleras. En las flores de las macetas de su primer patio revolotean las mariposas y liban los falsos colibrís. Y es aquí donde arranca esta visita, caminando entre arcos de medio punto cubiertos por esterones –cortinas de esparto– en dirección a la explanada de la pasera. Allí se asolean las uvas Pedro Ximénez llegado el momento, para elaborar el vino dulce PX. Te lo contarán todo durante el recorrido. También cómo es la comarca, el tipo de uva, los diferentes vinos que se elaboran…
Verás la bodega de tinajas y la Bodega La Monumental, donde los aspersores refrescan las botas y también a los viajeros. Te familiarizarás con el sistema de criaderas y soleras, con los cachones de botas interminables, el suelo de albero… y su aroma único. La cata posterior se celebra en uno de los salones de catas junto a su bonita tienda.
Durante la cata, al final de la experiencia, Teresa Redondo, la guía y sumiller, explica con todo lujo de detalles cómo son estos maravillosos vinos.
DÓNDE ESTAMOS: La bodega se encuentra en el corazón del casco urbano de Montilla, y ocupa varias cuadras del barrio conocido como El Barrio.
QUÉ 3 VINOS SE CATAN: En la cata que realiza la sumiller Teresa Redondo en la bodega ofrece un vino joven, Marqués de la Sierra; el fino C.B. de Alvear, y un vino dulce Pedro Ximénez.
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*Para visitas de patios guiadas abre los sábados y domingos a las 13.00 h.
INFORMACIÓN ÚTIL
La experiencia de Patios de Bodega se celebra del 1 al 23 de mayo. Para reservar las entradas puedes acceder a montillaturismo.es o a turismoyvino.es.
Existen dos tipos de experiencias: Acceso gratuito a Patios de Bodega/Lagar de lunes a viernes, de 10:30h a 13:30h, y Pases Especiales a Patios de Bodega/Lagar con visita guiada + degustación de 3 vinos: 9€ por persona.
En todas las bodegas y lagares hay bonitas tiendas donde puedes (y debes) comprar los vinazos que más te gusten y llevarlos contigo. ¡Salud!
