Baena

BAENA

UNO DE LOS CASCOS HISTÓRICOS MÁS BELLOS Y ESPECTACULARES DE LA COMARCA

La visita a esta localidad milenaria, de algo menos de 20.000 habitantes, rodeada de olivos, aguarda numerosas sorpresas. Hay que ascender por sus calles para adentrars en la Almedina, con plazas y rincones que recuerdan otros tiempos –su ubicación actual se debe a época musulmana– aunque su su origen es íbero y romano. Su nombre procede de Baius, un propietario de una villa romana que hubo en los alrededores de la actual Baena.

Y aunque la plaza de la Constitución ya muestra un entorno realmente agradable para pasear y dejarse llevar por los monumentos, las vistas al campo desde cualquiera de sus calles empinadas y la vida relajada, el entorno de la Plaza Palacio, franqueada por el Castillo y el Convento e iglesia de Madre de Dios, junto a la iglesia de Santa María la Mayor, te dejarán boquiabierto.

En este castillo que tiene sus orígenes en el siglo IX estuvo preso Boadbil, el último rey nazari. Los restos de muralla que conserva la localidad están en ocasiones pegados a las casas, y plagados de bellísimos miradores donde se aprecia el encanto de la campiña y su límite ya con toda la Sierra Subbética. La imponente iglesia de Santa María la Mayor es conocida, de hecho, como la catedral de la campiña.

Junto a esta, otra plaza coqueta es la Plaza del Ángel, con el monumento del Ángel, que data de los tiempos de los Reyes Católicos, vigilando el campo y los cultivos.

Volviendo de nuevo a la parte más nueva de la ciudad, la Plaza de la Constitución alberga numerosos edificios de origen barroco como el edificio de la Casa del Monte, u otros más actuales como el Teatro del Liceo. En un lateral se levanta un pedestal, el Monumento al Judío, el principal protagonista de su Semana Santa.

Una de las visitas imprescindibles en Baena es el Museo Histórico Arqueológico, ubicado en la emblemática Casa de la Tercia, que muestra una interesante colección de piezas halladas en en las excavaciones del Parque Arqueológico de Torreparedones (un lugar habitado durante más de 3.500 años).