La Rambla

LA RAMBLA

TIERRA DE ALFAREROS, ARTESANOS Y REPLETA DE IGLESIAS DE GRAN VALOR, CUENTA CON RINCONES CON MUCHO ENCANTO

Aunque presidida por una enorme fábrica de harina visible desde la lejanía (la trilogía mediterránea vid, olivo y cereal está muy presente en esta ciudad de unos 7.500 habitantes) La Rambla también ha estado siempre vinculada al barro, a la producción cerámica y alfarera desde la prehistoria. Los trabajos de los artesanos alfareros quedan patentes en sus plazas, con bancos y fuentes de cerámica, azulejos por doquier en sus iglesias y ermitas, y rotondas en las que se homenajea a formas ya míticas de este material, como la de un porrón gigante. Pero son sobre todo su interesante Museo de la Ceramica y la Casa Museo de Alfonso Ariza quien ofrecen una mayor panorámica del trabajo artesanal a lo largo de los años.

La localidad cuenta también con numerosos monumentos de primer orden, que salen a nuestro paso para dejarnos boquiabiertos como la espectacular Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, de origen medieval, y que tras los destrozos causados en 1483 por la incursión del rey granadino Boabdil se rehízo ya en tiempos de los Reyes Católicos, concluyendo hacia 1530, aunque con posteriores reformas. Su preciosa portada plateresca es obra de Hernán Ruiz El Viejo, uno de los arquitectos castellanos más reconocidos de su época.

La Torre de las Monjas (de hacia el año 1757) que perteneció al desaparecido Covento de Santo Domingo, o la Torre del Castillo, de la época almohade, que alberga el curioso Museo de la Cerámica también se levantan imperturbables como vigías de esta localidad alfarera. Esta última se encuentra al lado de los refrescantes Jardines de Andalucía, uno de los lugares de paseo favoritos de los rambleños junto al Paseo de España.

Entre los rincones con más encanto está el entorno de la iglesia de la Caridad, con sus fachadas en rojo y sus hornacinas con imágenes sobre las que despunta la Torre de las Monjas. O también sus iglesias, como la del Espíritu Santo que alberga la imagen de Nuestro Padre Jesús de las Penas, obra de Juan de Mesa.