Lagar Blanco

Situado a 600 metros de altitud, Lagar Blanco son las instalaciones bodegueras a mayor altura de la denominación de origen Montilla-Moriles y su origen ser remonta a los años 50, cuando este edificio era la sede de la primera cooperativa de vino creada por viticultores de Montilla-Moriles, la Cooperativa Vitivinícola Nuestra Señora de los Dolores.

A principios de los años 70, con la llegada de las nuevas tecnologías, la cooperativa abandona el lagar y se fusiona con la Cooperativa Nuestra Señora de la Aurora y este edificio, en pleno corazón de la Sierra de Montilla, en dirección al Cerro de Don Juan, con unas vistas importantes de la campiña, queda vacío.

Miguel Cruz Marqués, Doctor Ingeniero Agrónomo, reconocido enólogo de la comarca y experto catador, adquiere el lagar en 1985 para seguir con la tradición de su familia, que elaboraba vino desde los años 30 del pasado siglo.

A partir de ese momento, el lagar se perfecciona y se amplía. Se incluyen barricas de roble americano para llevar a cabo la crianza de los vinos, y se instala la planta de envasado. Para Miguel Cruz este histórico lagar será el lugar perfecto para desarrollar todo lo que no había podido hacer en su trayectoria como director técnico y asesor de otras bodegas y lagares, consiguiendo un perfeccionamiento y un nivel de calidad y productos que es el sello de calidad de Lagar Blanco, que en la actualidad elabora toda la gama de vinos de comarca: vinos de tinaja, finos de 3 y 7 años de crianza, oloroso, amontillado, palo cortado y Pedro Ximénez, además de vinagres y reducciones balsámicas.

Al mismo tiempo, y como gran divulgador de las virtudes de los vinos de Montilla, Lagar Blanco se convierte en el espacio perfecto donde sentirse en contacto con la tierra, con el suelo, con el origen de estos vinos, una experiencia auténtica que para el reconocido enólogo es vital para los consumidores, ya que estos vinos requieren unos conocimientos para apreciarlos bien.