Texto: Rosa Marqués @rocamarca | Fotografía: Andreína Contreras @andrecontrerasphoto | Foto de portada: La XXXVII Cata de Montilla-Moriles en Córdoba, una cita gastronómica auténtica que no te puedes perder este fin de semana.
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Llegamos con ganas al último fin de semana de abril, que se celebra la Cata del Vino de Montilla-Moriles. Cumple 37 ediciones, convertida en una experiencia gastronómica auténtica, con vinos de 26 bodegas del marco que son un lujo. Te contamos qué hay de nuevo en esta edición.
A la Cata de Montilla-Moriles de Córdoba se viene a disfrutar después de dos años de no celebrarse pero también, sobre todo, a catar estos grandes vinos con la posibilidad de probar las novedades que las 26 bodegas y lagares traen a esta cata cada vez más internacional. Estos vinos han pasado en los últimos años del copeo a la mesa, y los proyectos diferentes convierten la comarca en un territorio cada vez más interesante.
“No hay que olvidar que son vinos gastronómicos perfectos para acompañar toda una comida y, en eso, a los vinos generosos les sucede como a los champanes”, nos comenta nada más llegar el gerente de la Denominación Montilla-Moriles, Enrique Garrido, al que encontramos dando entrevistas a varios medios. “Además, “esta cita gastronómica es una opción perfecta para que los amantes de la gastronomía de Madrid, Barcelona, y otras ciudades de España se escapen a disfrutar con una experiencia única”.
Siempre la copa llena… y probar vinos diferentes. He ahí la esencia de la cata.
En la cata encontramos gente venida desde cualquier punto de Andalucía, pero también amantes de los vinos de Montilla-Moriles repartidos por el mundo. Es el caso de unas chicas de Tokio que nos cuentan que ya han probado algunos vinos y que están sorprendidas con el ambiente tan divertido que se respira.
¡Qué hay de nuevo!
Pero aquí también se viene a catar, y a probar cosas nuevas. Tal y como nos diría el reconocido enólogo cordobés, Jose Ignacio Santiago, hay que prepararse bien y aprovechar que en un solo día puedes probar lo que más te apasione de las 26 bodegas participantes. “Para no ir alocado hay que ver primero qué bodegas están, buscar información de qué novedades han sacado al mercado –para conservarte fresco en tu bagaje de conocimiento de una zona– y, por supuesto, hacer una lista mental de lo que quieres tomar”. Y eso es lo que ha hecho José Ignacio.
Sumilleres, enólogos, amantes del vino, foodies… Nadie falta a esta cita.
Entre las recomendaciones que nos dejan para esta feria están muchas novedades. Por ejemplo, Lagar Blanco, de la Sierra de Montilla, que es la primera vez que viene a la cata en su 37 ediciones y es el momento de acercarse a esta bodega de autor.
“Quien no haya podido probar estos vinos es el momento”. O Bodegas El Monte, de Moriles, que “trae por primera vez su nueva gama premium Ximenium, elaborada con cuatro vinos distintos» donde se remarca la albariza de Moriles. O las Bodegas Toro Albalá, de Aguilar de la Frontera, “que han presentado hace poco una gama de vinos verdes que se llaman Miut muy interesantes”. O también, Lagar de Los Raigones que presenta aquí en la cata Cerro Verde, un joven, afrutado y seco que resulta de un interesante ensamblaje entre Sauvignon Blanc y Moscatel –que no moscatel dulce–.
A partir del mediodía: hora punta de la Cata del Vino de Córdoba.
Consejos para catar de la mejor manera posible
Para poder probar todos los vinos que traemos en nuestra lista mental, hay que seguir unos pequeños consejos. “Recomiendo que nos nos vayamos a vinos muy saturantes de primeras. Que no pidamos una botella y nos la bebamos, sino más bien apostar por probar diferentes –para eso están los tickets–. e ir in crescendo desde vinos jóvenes hasta amontillados» y así no castigar la experiencia de los los vinos más suaves. “Hay que tener el sentimiento de no machacar el vino por un mal orden”, nos comenta el enólogo.
Una pareja de sumilleres jienenses han tomado el fin de semana para conocer a fondo los vinos de la comarca.
Además, hay que acompañarlos gastronómicamente y para ello, numerosas firmas de restauración de Córdoba y provincia, como Casa Pepe de la Judería o Grupo La Carbonería, ofrecían deliciosos bocados, desde montaditos de pringá hasta gambas de cristal con huevo, pasando por los clásicos platos de salmorejo o mazamorra, los siempre exitosos cortes de jamón de Los Pedroches y las deseadas puntas de solomillo al PX los dado de bacalao.
Representantes municipales de toda la provincia tampoco quisieron perderse esta cita.
Manu Fernández, uno de los sumilleres más reconocidos y premiados de España, acompañada por Mara de Miguel, campeona andaluza de sumillería, nos contaba, mientras disfrutaba de la Cata, que llevaba más de veinte años sin poder pisarla por residir en el extranjero. “Tenemos que creernos que tenemos un producto de primera. Nuestros vinos son cada vez más deseados y me los piden cada vez en más catas por toda España. Históricamente y en cuanto a calidad estamos mejor que nunca. Somos una potencia turística y enológica en Córdoba con una proyección internacional. Ya solo hace falta que el cordobés termine por creerse lo que tiene”, sentenciaba.
El proyecto Paisajes Sonoros ofrecía la posibilidad de escuchar los sonidos del terruño.
Experiencias divertidas y otras novedades
Entre vinos y más vinos, la XXXVII edición iba calentando motores. Y en los stands se hacían sugerencias, recomendaciones y se daban a probar los vinos. La decoración de algunos de estos espacios eran más que sugerentes. Pero pocos podrían superar una de las experiencias más interesantes de este año, el proyecto Paisaje Sonoro de Bodegas Robles, las bodegas decenas de vinos ecológicos del marco que este año han traído a la cata la posibilidad de escuchar lo que la tierra, el paisaje de sus vinos tienen que contarnos.
También las Bodegas Navarro traían a la cata por primera vez su Flor de Córdoba, un verdejo en cuya botella, a través de una ventana se puede ver un patio cordobés.
¡Ya echábamos de menos bailar unas sevillanas!
Pero entre los asistentes a la cata, pudimos observar vinos de todos tipos: desde amigos de la Cooperativa Nuestro Padre Jesús Nazareno de Baena, que estaban tomando Tertulia de Bodegas Delgado o el amontillado en rama de Bodegas Toro Albalá.
Otros como Marlon Francisco Lemache, somelier del restaurante jienense Malak, aprovecharon para conocer algunos vinos de las bodegas más representativas, como las centenarias Bodegas Alvear.
Algunos nostálgicos del catavinos siguen pidiéndolo frente a la copa donde poder apreciar mejor los aromas del vino.
Pero también nos recomendaron para los paladares más afrutados, un vino joven Castillo de Alfonoz de la Cooperativa Vitivinícola de Puente Genil, el primer vino afrutado de la comarca. O el siempre exitoso María del Valle, de Bodegas Pérez Barquero. ¿Y tú? ¿Qué vas a probar en la cata?