Texto: Miguel Cruz | Foto de portada: La uva palomino, de Jerez, y la uva pedro ximénez, de Montilla-Moriles.
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Aunque los vinos de Montilla-Moriles emplean los mismos métodos de producción y crianza que los vinos Xérès-Sherry, los de Jerez llevan la delantera comercial. El enólogo Miguel Cruz nos cuenta las fortalezas de los vinos de Montilla-Moriles en relación a sus primos de Jerez. ¿Quieres conocerlas?
Los vinos de Montilla-Moriles y los vinos de Jerez tienen numerosas cualidades en común pero también una serie de diferencias. Hablamos con Miguel Cruz, Doctor Ingeniero Agrónomo y reputado enólogo de la comarca de Montilla-Moriles para que nos cuente cuáles son las principales diferencias entre estos dos vinos.
“Los vinos de Montilla-Moriles siempre han estado a la sombra de los vinos de Jerez (Sherry)”, explica Miguel Cruz quien, además de trabajar para algunas bodegas de la comarca, elabora sus propios vinos en el escenográfico Lagar Blanco, en el corazón de la Sierra de Montilla.
“Los vinos de Jerez son grandes vinos, con un desarrollo comercial impresionante, por lo que caminar a la sombra de los vinos de Jerez no es malo. Pero eso sí, sin perdernos”, explica Cruz al que encontramos estos días trabajando intensamente en el desarrollo de la vendimia de la uva pedro ximénez. “En Montilla-Moriles hacemos los mismos tipos de vinos que en el marco de Jerez y, en determinados momentos, superamos la calidad de los vinos de Jerez por una serie de cualidades naturales que tenemos”, explica. ¿Quieres conocer más a fondo estas cualidades y diferencias?
Las dos variedades clásicas de uvas de Jerez y de Montilla-Moriles son extraordinarias.
Vinos de Montilla-Moriles versus vinos de Jerez: 9 diferencias
Miguel Cruz, experto en elaboración de estos vinos generosos de Andalucía nos introduce en las 9 diferencias fundamentales entre los vinos de Montilla-Moriles y los vinos de Jerez, aspectos que si eres un amante de los vinos generosos, te gustará conocer.
Partiendo de que hablamos de los mismos tipos de vinos: fino, amontillado, oloroso, Pedro Ximénez y palo cortado, y de los mismos procedimientos a la hora de elaborar estos vinos generosos, las diferencias son palpables.
1. El tipo de uva de Montilla-Moriles es la pedro ximénez y la de Jerez la uva palomino
El tipo de uva de los vinos de Montilla-Moriles es, fundamentalmente, la uva pedro ximénez, mientras que la de los vinos de Jerez es la uva palomino. Dos variedades de uva extraordinarias. La diferencia es que la variedad de uva pedro ximénez da lugar a unos vinos naturales sin necesidad de añadir alcohol a la hora de elaborar los vinos finos. Estos han de estar en torno a los 15 grados de alcohol. Sin embargo, en Jerez tienen que añadir a los 10,5 grados de alcohol legales mínimos otros 4 o 5 grados de alcohol que compran y añaden para alcanzar los 15 grados de alcohol que ha de tener el vino fino.
2. La altitud de las viñas en ambas comarcas es diferente aunque el suelo es el mismo
La altitud de los viñedos de Montilla-Moriles va desde los 300 m hasta los 600 metros sobre el nivel del mar, mientras que la altitud de los vinos de Jerez es mucho más baja, próximos como están al nivel del mar. Esto supone que los viñedos de Montilla-Moriles tengan la ventaja de la altitud en cuanto aroma, frescura y calidad del fruto. En cuanto al tipo de suelo, tanto los suelos de Montilla-Moriles como los de Jerez son magníficos suelos arcillosos-calcáreos propios de los grandes vinos del mundo.
Ambos suelos son arcillosos-calcáreos, propios de los grandes vinos del mundo.
3. El amontillado, el rey de los vinos generosos, se origina en Montilla-Moriles
Aunque los tipos de vinos que se elaboran son los mismos, una de las hipótesis que gana cada vez más fuerza es que en Montilla-Moriles se originan los vinos de crianza oxidativa como el amontillado, el rey de los vinos generosos. Y aunque ambos amontillados, los de Jerez y los de Montilla-Moriles tienen gran calidad, a día de hoy, la ventaja de los vinos base, los finos, elaborados de manera natural en Montilla-Moriles, facilita la producción de los amontillados en esta zona.
4. Las diferencias en el clima entre Montilla-Moriles y Jerez
Aunque ambas variedades de uva, tanto la pedro ximénez de Montilla-Moriles como la palomino de Jerez son magníficas, el mayor contenido de azúcar en la variedad de la uva de pedro ximénez más el clima más seco y caluroso de la zona de Montilla-Moriles permiten que la graduación del alcohol que llevan los vinos de Montilla-Moriles sea perfecta y se tengan unos vinos casi ecológicos sin proponérselo. Son vinos naturales a los que no hay que añadirle alcohol.
5. El diferente desarrollo comercial en ambas comarcas
Si bien es cierto que los vinos de Montilla-Moriles y los vinos de Jerez son vinos únicos en el mundo, los vinos de Jerez, por su proximidad al puerto, por sus conexiones históricas con las fortunas extranjeras, también por la diplomacia y las Cortes de Cádiz han sabido vender mejor su imagen al exterior.
La bodega a más altitud de Montilla-Moriles es la de Lagar Blanco. Foto cortesía de Lagar Blanco.
Sin embargo, en la actualidad, se están desarrollando muchísimo las pequeñas bodegas familiares, cosa que también sucede en Montilla-Moriles, y existe una nueva ventaja importante para ellas ya que, gracias a la tecnología, las pequeñas bodegas pueden llegar a donde llegaban antes solo las grandes. Las nuevas formas de distribución también inciden en esta ventaja. Hoy en día las bodegas más pequeñas pueden llegar también a todo el mundo.
6. El número de hectáreas de viñedo en Montilla-Moriles frente al de Jerez
Si los viñedos de Jerez ocupan algo más de 6.000 hectáreas, los viñedos de Montilla-Moriles están en algo más de 5.000 hectáreas y lentamente recuperando el volumen. Hay 50 proyectos de nuevas plantaciones en marcha en la zona de Montilla-Moriles, ya que entre otras cuestiones, a nivel agrícola, la gran producción de olivar y la crisis de precios del aceite de oliva, está permitiendo que se vuelva al viñedo.
7. La vinculación al territorio vitivinícola, una experiencia más intensa ¿en Montilla-Moriles o en Jerez?
En el caso de la zona vitivinícola de Montilla-Moriles el trabajo desarrollado por los lagares de la Sierra de Montilla han acercado el territorio vitivinícola a los amantes del enoturismo. El mismo Miguel Cruz, propietario de uno de estos lagares, Lagar Blanco, explica: “Cuando los enoturistas llegan a Lagar Blanco la gente se identifica más con el territorio, toca el suelo, conoce a los propietarios… además de catar sus vinos y conocer el proceso de elaboración. El resultado es que se siente mucho más cerca del origen del vino”.
Experiencias frescas como las catas en barco por la Bahía de Cádiz son muy apetecibles. Foto cortesía de Vinoble.
8. Diferente experiencia enoturística entre Montilla-Moriles y Jerez
Los vinos de Jerez ofrecen en torno a ellos más posibilidades para el turismo: la proximidad del mar, la enorme presencia del mundo del caballo y el flamenco, y experiencias también mucho más frescas, como las catas de vino en barco por la Bahía de Cádiz. En Montilla-Moriles, el mar no existe y la presencia del mundo del caballo es limitada y solo existen ofertas puntuales, como la de Bodegas Pérez Barquero y su espectáculo ecuestre privado a cargo del jinete Ángel Peralta. Aún así, la experiencia enoturística en la zona de Montilla-Moriles gana en autenticidad gracias a que no existe una masificación turística en las visitas. Es mucho más personalizada, un turismo más slow y más en contacto con el campo y el viñedo.
9. Diferencias en cuanto a tabernas y establecimientos especializados en vinos
Aunque en Jerez existen los tabancos y las rutas entre estos establecimientos donde se vendía vino a granel y se podía degustar el vino y otros alimentos, que se han ido recuperando, en Montilla-Moriles estos despachos de vinos y las tabernas no se han perdido a lo largo de la historia. La taberna sigue siendo el sitio ideal para disfrutar de los vinos de Montilla-Moriles y sigue habiendo magníficas tabernas en todo el territorio.
