Texto: Rosa Marqués @rocamarca | Fotografía: Manuel Cruz @manuelcruz_foto | Foto de portada: Una cigüeñela común de larguísimas patas en La Plata (Montilla), fotografiada escondido en un hide.
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Con los ojos bien abiertos, recorremos la comarca de la mano del fotógrafo de naturaleza, Manuel Cruz, experto en peinar la zona y demostrarnos la enorme biodiversidad de nuestra Campiña Cordobesa y el resto de comarcas colindantes.
La primera vez que cogió una cámara de fotos, Manuel Cruz tenía 8 años y era el día de su Primera Comunión. Cuando le regalaron aquella primera cámara, una compacta de plástico de 35mm, no daba crédito. De hecho, tiene la suerte de conservar la primera foto que hizo con esa cámara (aunque no el negativo, confiesa). De ahí a recorrer la Amazonia peruana –en su última aventura hizo más de 9.000 km– ha llovido bastante. De hecho, casi le pillamos haciendo las maletas…
Y como su lugar favorito, Perú, no le pilla muy cerca, desarrolló su interés por fotografiar la naturaleza aquí en la Campiña Cordobesa, demostrando que no hace falta irse muy lejos para explorar la vida cámara en mano. Manuel Cruz, Manolín para los amigos, puede recorrerse en una jornada decenas de kilómetros para fotografiar uno de estos animalillos que forman hoy su impactante colección «Los Dueños de la Campiña», expuesta en colegios e institutos como una herramienta poderosa para que los más jóvenes dejen de mirar las pantallas y vuelvan a mirar la espectacular belleza a su alrededor.
Un ciervo rojo a su aire en la Sierra Morena, fotografiado desde la carretera.
Empezó a peinar la zona en busca de imágenes de estos otros seres que pueblan nuestro entorno y a tomárselo muy en serio incluso antes de conseguir la primera cámara, según recuerda. Ya cámara en mano, “era muy tentador que con solo darle a un botoncito me podía traer un recuerdo de los bichos y los paisajes que veía por ahí, aunque costara dinero revelar las fotos”, recuerda Cruz.
Y así continúa, años después, sin hacer mucho ruido, humilde pero genial, abriéndonos una ventana a su mirada científica desde sus perfiles en redes sociales. Porque prácticamente sale al campo cada semana, aunque no tiene una forma única de trabajar la fotografía de fauna porque cada especie es distinta y no todas se trabajan de la misma manera.
Un lagarto ocelado cerca del paraje montillano Manrtínduélamo, fotografiado desde el coche.
“No es lo mismo un nido de buitre negro, que te tienes que esconder, que un lagarto que ves desde el coche o una araña que se puede fotografiar sobre la marcha, con un macro.
Normalmente hay que hacer un trabajo previo de observación para poder tener datos sobre la zona y el horario en que se mueve el bicho en cuestión, y después ya vas con la cámara para hacer las fotos, o bien escondiéndome en un hide (un puesto de camuflaje) o bien a descubierto, según la especie”, explica uno de los fotógrafos de naturaleza más activos de nuestra Campiña Cordobesa.
Este conejo de campo fue fotografiado a pocos menros del ejemplar, sin esconderme, en un contraluz dándole exposición a las luces.
Cómo es una sesión habitual de fotografía de naturaleza
«Muchas veces no hablamos de horas, sino de años, siguiendo a una especie en concreto», continúa explicándonos el fotógrafo que dice llevar observándolas y siguiendo a estas especies “desde que tiene ojos”.
«Y aunque una sesión normal de fotos en el hide pueda durar una mañana, una tarde o todo el día, “a veces tienes que entrar de noche (antes de amanecer) y salir también de noche (después de atardecer) para que el bicho no relacione el hide con la presencia humana», relata Cruz.
«Por ejemplo, desde abril hay que salir hasta las 17:30 horas, más tarde no es recomendable, y en verano durante las horas centrales de calor tampoco, aunque depende del tipo de hide».
Una rana común en La Carchena, término de Montemayor, tomada desde dentro del arroyo, sin esconderme.
Rutas concertadas para explorar con niños
Aunque suele estar bastantes atareado, y lo pillamos a punto de salir de viaje para la Amazonia, lo cierto es que Manuel Cruz suele estar disponible, y es la persona ideal, para hacer una ruta en familia y conocer los animales que rodean nuestro territorio.
Además de sus increíbles conocimientos para avistar a estos seres, los amos de la Campiña, campando a sus anchas por nuestro territorio, conecta a la perfección con esa cualidad innata de curiosidad de los niños, pequeños biólogos. La forma más rápida de contactarlo es a través de su perfil de Instagram @manuelcruz_foto. Él define la ruta y el tiempo en función a vuestros intereses. Sus habilidades sobre el terreno no tienen nada que envidiar a los de personajes tan mediáticos como George de La Jungla.
Los flamencos rosas surcaban las aguas de la Lagua de la Plata, en Montilla. Imagen tomada desde el hide.
En sus rutas podrás ver, dependiendo de la zona elegida –se mueve por toda la provincia– y el momento del año: el flamenco rosa, buitre negro, martín pescador, nutria paleártica, lince ibérico, lechuza blanca, cigüeñuela común, ciervo rojo, chotacabras pardo, aguilucho cenizo, culebra de escalera, golondrina común, conejo de campo, rana verde común, buitre leonado, lagarto ocelado, búho real, culebra bastarda, cabra montés, abejaruco europeo, culebra de herradura, araña lobo, sapo común, galápago leproso, culebra viperina , araña de los alcornocales, y otras especies sin identificar.