Texto: Mara de Miguel @by_marademiguel | Foto de portada: Una copa de vino con burbujas frente al mar o junto a una piscina y la vida se vuelve mucho más amable.
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¡Las burbujas de Montilla-Moriles son para el verano! Te contamos cuáles son esos vinos que, bien fresquitos, son los compañeros ideales para acompañarte en estos días calurosos, estés de vacaciones o no. Repasamos los “clásicos” y los que están por venir…
Ya hemos hablado de los vinos ideales para hacer una barbacoa, de los mejores maridajes para las noches en las que quieras sentirte chef y deleitar en tu terraza a tus amigos, pero ahora que llegamos al ecuador del verano, es el momento de hablar de los vinos por antonomasia de la temporada estival: ¡vivan las burbujas! Y sí, en la zona de Montilla Moriles, las bodegas producen vinos que refrescarán tu paladar en estos largos días de piscina y/o playa, y que seamos claros, la foto en la colchoneta con una copa de espumoso o frente al mar burbujeante… siempre mejora los likes de Instagram.
Nada mejor que empezar una reunión con una copa de bienvenida. Romper el hielo nunca fue tan fácil como hacerlo con una copa de vino.
1. Robles Brut Nature, las burbujas pioneras
Este vino de segunda fermentación en botella (Método Champanoise o Clásico) fue el que abrió el melón a una nueva era de minúsculas burbujas derivadas de una presión alrededor de dos atmósferas, y que hacen que el sabor de la uva Pedro Ximénez se venga arriba.
Entre sus incondicionales ha creado auténtico furor y en las Navidades pasadas, no había quien no quisiera una de las preciadas botellas verdes con etiqueta plateada de Bodegas Robles para brindar con estas burbujas la entrada del nuevo año. Si te quedaste sin probarlo, ahora es buen momento, porque hay de nuevo ¡más unidades a la venta!
2. Bodegas Delgado Brut, a la vuelta de la esquina
Las Bodegas Delgado han sido las siguientes en recoger el testigo y, a partir de septiembre, tendrán la pre venta de unas 1.000 botellas de estos espumosos de Método Clásico de uva 100% Pedro Ximénez para salir a la calle y brindar en las fiestas con vinos y burbujas de la tierra.
Estas botellas van a volar, como ya pasó con las de Bodegas Robles, así que recomendamos, para quien las quiera probar, que se vaya apuntando la fecha y llamando a la bodega para reservar. En We Love Montilla Moriles hemos tenido la oportunidad de probar el vino, con todas sus lías, en un degüelle especial, y la verdad que –aunque lo probamos antes de tiempo, en avanzada– este vino espumoso promete.
Los vinos espumosos se sirven a una temperatura de 7ºC –más fríos que el resto–. Así desprenden menos gas carbónico y resultan más agradables.
3. Pérez Barquero, burbujas con alma de generoso
Es un secreto a voces, pero en las Bodegas Peréz Barquero se están también preparando para, próximamente, poner en las estanterías otro vino espumoso que desde hace cuatros años han cuidado con mucho mimo. Aquí, donde bien saben que todo lo bueno se hace esperar –han tenido la paciencia de tener Amontillados de 75 años como el Montearruit–, cuidar de un vino durante cuatro años es para ellos pan comido.
Lo que tiene de especial su espumoso es precisamente la utilización de la levadura de velo de flor G-1 (conocida como la Madre, o La Flor) en los vinos generosos. Después de varios estudios, se ha demostrado que esta levadura tiene muchas ventajas para elaborar vinos que tienen que hacer una doble fermentación en la misma botella y facilitan, según Juan Carlos García, Catedrático de Microbiología de la UCO (Universidad de Córdoba), la operación de degüello con su posterior retirada de las lías (levaduras muertas o cabezuelas).
Las levaduras utilizadas en cuestión son de las Bodegas Gracia, propiedad del Grupo Pérez Barquero, que se aislaron durante mediados de los años ochenta. En dicho estudio, en el que ha participado la bodega, se demuestra que la levadura de velo de flor (de la cepa Sacharomycess Cerevisae) obtiene más ventajas sobre las levaduras tradicionales en producción de espuma y aromas en los espumosos. Otra novedad es que también, por primera vez, se ha utilizado un vino generoso viejo, como licor de expedición, que es con el que se rellena la botella después del degüelle y antes de salir al mercado, con el vino ya filtrado.
Frizzante es una palabra italiana que se utiliza para nombrar a un “vino burbujeante”. En nuestro país, desde los ’90 se usa para distinguir a aquellos vinos efervescentes, ligeros, usualmente dulces y de menor precio que los espumantes.
FRIZZANTES LA NUEVA TENDENCIA, BURBUJAS CON BAJA GRADUACIÓN
Los frizzantes han llegado también a la zona –o han comenzado a elaborarse– para quedarse y triunfar. Cada vez más los encuentras en las mesas, acompañando aperitivos sencillos o como colofón final para cualquier ocasión especial. Además, ahora en verano, bien fresquitos son perfectos para tomar mientras flotamos con nuestra copa en esa colchoneta de la piscina.
4. Frizzante La Eterna Sonrisa
Entre estos frizzantes que ha conquistado las mesas –y los corazones– de los amantes de la efervescencia, está La Eterna Sonrisa, del Lagar La Primilla – un vino ligeramente espumoso, con un punto dulce y una gradución alcohólica del 7% , elaborado con uva Pedro Ximénez de las viñas más viejas de una de las parcelas más antiguas de este lagar en el corazón de la Sierra de Montilla. De hecho, estos días de primeros de agosto se está llevando a cabo la vendimia nocturna para la elaboración de este vino, con el fin de que la uva llegue fresca, y tenga mejor fermentación y así se conserven más aromas en el vino.
5. Frizzante Rosado Delgado y Frizzante Blanco Delgado, vinos para paladares jóvenes
Los creadores del fino Feo y Manolo, en Bodegas Delgado de Puente Genil, se atreven con las burbujas más refrescantes y de baja graduación con un 5% de alcohol. En dos versiones, Frizzante Rosado y Frizzante Blanco, estos mostos parcialmente fermentados, son muy refrescantes gracias a su carbónico burbujeante que hará las delicias del público más joven y de todos aquellos que quieren disfrutar de varias copas de vino, frescas y con muchos aromas a fruta.
En España, a los rosados se les ha considerado un vino menor aunque esta concepción errónea está cambiando. Hay grandes dosis de creatividad en los últimos años y en nuestro país ha crecido mucho su consumo.
6. The three Rose, un rosado con gancho que enamora
El toque de ligero carbónico del rosado The Three Rose (las 3 Rosas), a pesar de no ser un vino espumoso en una definición estándar, lo hace apetecible y con mucho nervio. Elaborado en Moriles Alto, en el Lagar de Casablanca, al tomar un sorbo, te topas con una burbuja, que de vez de en cuando, desaparece rápidamente y deja paso a este rosado muy de frutos rojos con 6.5% de alcohol y que está elaborado a partir de uvas Syrah y Tempranillo.
UN FUTURO LLENO DE ANHÍDRIDO CARBÓNICO
Otros que ya están de camino, gracias al convenio del IFAPA (Instituto de Investigación e Información Agraria) de Cabra son los de la Cooperativa Vitivinícola San Jerónimo SCA, de Moriles, que serán los próximos espumosos en sumarse a la lista, en este caso de la variedad de uva Torrontés que es la variedad blanca de la zona y con una gran versatilidad –aunque todavía estén por descubrir sus bondades en la región de Montilla-Moriles–.
Gracias a este acuerdo, se va a poner en valor esta variedad aromática en la que se focalizará en vinos blancos monovarietales y espumosos y que, en otras zonas del mundo, como Argentina, dan como resultado vinos deliciosos.
