Texto: Antonio Algaba @antonio_algabaraya | Foto de portada: Un momento de una actuación flamenca en la calle | Fotografías de los carteles: Javier Portero @estudio.casa.palop | Cartelería: Varios Autores, propiedad de La Peña Flamenca El Lucero.
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El 28 de febrero se celebra el Día de Andalucía. Y nosotros desde We Love Montilla Moriles queremos celebrarlo homenajeando el Flamenco y la colección maravillosa de carteles de la Cata Flamenca de Montilla, que en su día se expuso en la Sala Alta, en la Casa del Inca Garcilaso, organizada por la Peña Flamenca El Lucero, y comisariada por el incombustible Manuel Portero. Larga vida al Flamenco y al Vino.
Aquí, en esta tierra generosa para el habitante y para el visitante, nos podemos sentir orgullosos de todo lo que nos diferencia y nos hace –con el atrevimiento de parafrasear y ampliar el himno del Blas Infante– “hombres, de luz, que a los hombres, alma de hombre les dimos”. Además de todo nuestro patrimonio histórico, cultural, paisajístico y gastronómico, una de las manifestaciones, que ilumina rincones del mundo entero y de la que sin duda podemos presumir es el Arte Flamenco.
El Flamenco, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en el año 2010 nos hace universales, y en nuestra comarca de Montilla-Moriles se cuida y mucho. Tanto por las instituciones municipales y provinciales como por Peñas Flamencas tan emblemáticas como La Peña Flamenca “Fosforito” de Puente Genil, La Peña Flamenca “El Mirabrás” de Fernán Núñez o la Peña Flamenca “El Lucero” de Montilla ponen especial cariño en ofrecer un interesante calendario flamenco.
Esperemos que muy pronto se pueda volver a disfrutar de las diversas citas de el calendario flamenco que se producen durante todo el año: Las actuaciones en las Peñas de la Comarca, el Homenaje al Flamenco (para el día de Andalucía en Montilla), los diversos concursos de Saetas durante la Cuaresma o los festivales veraniegos como El Botijo Flamenco de La Rambla, La Noche flamenca de Zambra, La Noche flamenca de Aguilar de la Frontera, el Festival de Cante Grande “Fosforito de Puente Genil” o La Cata Flamenca de Montilla.
Los carteles de la Cata Flamenca de Montilla muestran el nivel de artistas flamencos que se han dado cita durante más de 40 años.
La Cata Flamenca de Montilla y el nivel artístico de su cartelería, un lujo
En esta última cita nos vamos a detener para tener un especial recuerdo de sus carteles en los años 70´s y 80´s, tanto por el elenco de artistas como por el nivel artístico de la gráfica de los mismos, pero antes hagamos un poco de memoria.
Los Festivales Flamencos de las décadas de los 70´s y 80´s consolidaron la apertura del Flamenco a un público más amplio; por decirlo de alguna manera, se produjo un fenómeno de “democratización” del arte flamenco con figuras emergentes en ese momento como Paco de Lucía, Camarón, Manolo Sanlúcar, Enrique Morente, Carmen Linares, José Menese, Mario Maya o Lole y Manuel y la consolidación profesional de grandes artistas como Fernanda y Bernarda de Utrera, Chano Lobato, La Perrata de Utrera, La Perla de Cádiz, Antonio Núñez “Chocolate”… etc.
Un festival flamenco supone una forma peculiar de espectáculo y una actitud para su disfrute de una manera colectiva, donde se come y se bebe entre actuaciones, de ahí la denominación de algunos como son El Potaje Gitano de Utrera, El Gazpacho Andaluz de Morón o La Cata Flamenca de Montilla que propone una simbiosis natural entre los sabores del fino bien acompañado con viandas y las esencias del baile, el toque y el cante flamenco.
Los carteles de la Cata Flamenca, a lo largo de sus 45 años de existencia, pudieron verse expuestos en la Sala Alta, de la Casa del Inca Garcilaso, en Montilla.
En Montilla desde el año 1970, coincidiendo con la proclamación de la Fiesta de la Vendimia como de Interés Turístico Nacional y como puerta de entrada a los festejos en una noche de verano a finales de agosto, se celebra esta cita flamenca que en el 2019 tuvo su 45ª edición.
Con la encomiable labor de Agustín Gómez, crítico de flamenco, y muy vinculado a la Peña Flamenca “El Lucero”, no en vano la peña lleva el nombre de su padre, cantaor montillano, ejerciendo como presentador de la Cata, sus primeras ediciones coincidieron con estos años dorados para los festivales flamencos cohabitando la presencia de artistas de la vieja tradición y con los nuevos brotes en el árbol del flamenco que nos han llevado a la riqueza de personalidades y formas de la que disfrutamos en el siglo XXI, y que realzan el flamenco como un arte que posee un sólido cimiento y como es su propia naturaleza, no deja de evolucionar y actualizarse.
La cartelería de la Cata Flamenca está repleta de grandes nombres del diseño, desde Rafael Rodríguez hasta Antonio Povedano.
Una muestra la tenemos en el cartel de la 2ª Cata Flamenca obra del artista Montillano Rafael Rodríguez.
Cantan: Antonio Mairena, Fosforito, Menese, Lebrijano, Camarón y E. Morente.
Tocan: Melchor de Marchena y Paco de Lucía.
Bailan: Los Bolecos (Matilde Coral, Rafael el Negro y Farruco)
Imagina haber disfrutado de este espectáculo. Cualquier buen aficionado al flamenco, se “parte la camisa” al escuchar estos nombres juntos.
En las ediciones posteriores se pudo disfrutar de una cartelería llena de nombres para la historia y de soluciones gráficas de alto nivel con la autorías de varias ediciones del mencionado Rafael Rodríguez, también diseños de Antonio Povedano, artista cordobés gran aficionado al flamenco o Grupo 73, vinculado a su labor como docente en la Escuela de Artes y Oficios Mateo Inurria de Córdoba, diseños de Antonio Martínez y fotografías de los artistas locales González y Jaime Luque.
El colorido de los carteles y el diseño han envejecido bien y siguen resultando atractivos. Los originales se pueden disfrutar en La Peña Flamenca El Lucero, de Montilla.
Tía Anica la Piriñaca (1899-1987), cantaora jerezana conocedora de los cantes antiguos y depositaria de las antiguas esencias flamencas, decía “cuando canto a gusto, la boca me sabe a sangre”.
Existe la costumbre de comenzar La Cata Flamenca con la entrega a los artistas que participan de un catavino de plata u oro como recuerdo y de un brindis colectivo con fino recién venenciado. Estamos seguros que bailaron, tocaron y cantaron “a gusto” y que la boca les supo a Fino de Montilla-Moriles.